¿Puede un escáner cerebral detectar la pedofilia?
Identificar con gran exactitud si un hombre es o no pedófilo ya es posible gracias al uso de escáneres cerebrales. Así lo ha reconocido a ELMUNDO.es Jorge Ponseti, de la Sección de Medicina Sexual de la Universidad de Kiel (Alemania), tras publicar un estudio en el último'Archives of General Psychiatric'.
La investigación ha sido llevada a cabo "con 24 pedófilos, que admitían su condición y que se sentían atraídos por niños o niñas prepúberes, y que estaban recibiendo tratamiento en nuestro centro. A todos ellos los comparamos con 32 adultos sanos a los que les gustaban bien mujeres, bien hombres", reconoce. Así han podido confirmar que "efectivamente, la respuesta cerebral a los estímulos sexuales, visto con resonancia magnética funcional, contiene información suficiente para identificar a los pedófilos con gran exactitud", defiende este experto.
Algunos ensayos anteriores han encontrado diferencias en la anatomía cerebral de los que se sienten atraídos sexualmente por menores, "pero estos cambios estructurales no han sido confirmados a través de los diferentes estudios. A nosotros no nos interesaba saber en qué parte del cerebro se encuentran estas diferencias anatómicas, sino si existen diferencias funcionales y si pueden servir para un uso diagnóstico individual".
Para ello mostraron a todos los participantes de entre 20 y 50 años una serie de fotografías de genitales de niños y niñas, de menores desnudos o sólo de sus caras, así como de adultos en las mismas posturas. "Las imágenes se mostraron sólo durante un segundo. En este tiempo, el cerebro reacciona al estímulo antes de que la persona sea consciente realmente de él, por lo que la respuesta no puede ser engañosa. Además, y para asegurarnos de que estaban atentos a las imágenes, las intercambiamos con fotografías sin contenido erótico en las que aparecía un círculo verde. Ellos debían pulsar un botón cada vez que las visualizaran".
Los resultados
Los datos revelan que las áreas del cerebro que "actúan en losmecanismos de recompensa, cuando algo nos gusta, y que están relacionados con la sexualidad, son similares en el grupo de pedófilos que en el grupo control. Lo que sucede es que la respuesta neuronal de los pedófilos ante las imágenes de niños desnudos es distinta de la de las personas sanas. En otras palabras, en las personas sanas no se produce estímulo al ver fotos de menores", insiste el director de la investigación.
Posteriormente, los científicos alemanes llevaron a cabo un segundo análisis en el que se comparaba la actividad neuronal de cada participante con la de ambos grupos, el de pedofilia y el control.
"Introdujimos los datos en el ordenador con el fin de averiguar si dicha actividad cerebral correspondía al grupo de afectados de pedofilia o al de sanos. Finalmente, y tras varios algoritmos informáticos, pudimos establecer si una persona tenía altas o bajas probabilidades de ser pedófilo. En el 95% de los participantes esta decisión fue correcta", reconoce Jorge Ponseti. Y todo "con un 100% de especificidad (la probabilidad de que para un sujeto sano se obtenga un resultado negativo en la prueba) y un 88% de sensibilidad (la probabilidad de que para un sujeto enfermo se obtenga en la prueba un resultado positivo).
Aclara que durante la realización del ensayo "hemos discutido mucho sobre la aplicación de la RM como herramienta de diagnóstico en la pedofilia y los aspectos éticos que le rodean. Porque el interés por un menor, por ejemplo, no significa que se vaya a abusar de él", añade.
El futuro
De hecho, aclara "cuando un adulto comete un único delito con un menor tiene un 50% de posibilidades de ser pedófilo, porque pueden existir otros componentes como es el del miedo a acercarse a una mujer adulta o que haya tomado alcohol, drogas, etcétera. Cuando los delitos son cinco, por poner un ejemplo, sabemos que sí lo es. Nosotros queremos esta prueba, que consideramos objetiva, para poder establecer quién se va a beneficiar realmente de la terapia de la pedofilia, que puede consistir en fármacos que inhiben la actividad sexual. Los otros casos se tratarán de forma distinta, con psicoterapia encaminada a reconducir la sexualidad".
El científico Ponseti admite que ya está pensando en sus estudios futuros. "Ahora queremos hacer el mismo trabajo pero con pedófilos que no reconocen que lo son, algo que le sucede a la mayoría, y con hombres sanos a los que vamos a pedir que intenten controlar sus impulsos, sus respuestas, para ver si pueden 'engañar' al escáner".
martes, 7 de febrero de 2012
Primera condena a un médico en España por rotura de un implante PIP
El Juzgado de Primera Instancia número 50 de Madrid ha condenado a un cirujano plástico y una clínica de estética de Madrid a indemnizar con7.455 euros a una mujer que sufrió la rotura de una prótesis mamaria de PIP, que le fue implantada sin la suficiente información.
La sentencia, tramitada por los servicios jurídicos de la Asociación El Defensor del Paciente, condena al doctor D.T.L. y a la entidad médica C.C.M. S.L. a abonar a la paciente M.M.M.S. la cantidad de 7.455

Los hechos se remontan al 20 de abril de 2001, cuando la paciente, que entonces tenía 34 años, se sometió a una intervención de cirugía estética en la que le fueron implantadas dos prótesis complementarias de la marca PIP (implantes mamarios de silicona de la empresa francesa Poly Implant Prothèse).
Seis meses después, y a raíz del mal resultado de la intervención, según indica la sentencia, el mismo cirujano volvió a practicar a la paciente un retoque y un aumento de prótesis, también con implante PIP.
En marzo de 2008 la paciente acudió a varios centros médicos por problemas en sus mamas, realizándose diferentes estudios que permitieron averiguar que se había producido una rotura capsular de la prótesis derecha "con colección líquida, probablemente inflamatoria periprotésica", señala en la sentencia.
Dos meses después, la mujer fue intervenida nuevamente por otro cirujano que sustituyó las prótesis PIP por unas de otros laboratorios.
La sentencia "considera razonable" condenar al cirujano plástico y a la clínica donde se realizó el implante con PIP a abonar a la paciente el importe de la intervención a la que se vio obligada a someterse "como consecuencia de la rotura del implante mamario derecho, riesgo del que no consta hubiera sido informada".
Por su parte, fuentes de la Clínica Menorca insisten en aclarar que "la sentencia es favorable respecto a la correcta praxis médica realizada. Se nos responsabiliza únicamente por considerar insuficiente el contenidodel consentimiento informado facilitado a la paciente antes de una cirugía". Según un comunicado enviado a los medios, a los pacientes también se les informa verbalmente, por lo que "estamos estudiando presentar el correspondiente recurso".
jueves, 2 de febrero de 2012
La actividad mental protege del Alzheimer
Si usted ha cultivado su mente a lo largo de la vida, y aún lo sigue haciendo, sepa que tendrá su recompensa. Los datos de un nuevoestudio realizado con pruebas de imagen cerebrales demuestran que la actividad cognitiva (leer, escribir...) puede retrasar la aparición o, incluso, prevenir la enfermedad de Alzheimer.
Susan Landau, de la Universidad de California (Berkeley, EEUU), es la autora de la nueva investigación que ha visto la luz en el último 'Archives of Neurology'.
"Nuestro trabajo muestra que participar en actividades que exijan unaactividad cognitiva se asocia con un menor riesgo de acumular en el cerebro proteína beta-amiloide", componente principal de las placas que conforman el Alzheimer, señala Landau a ELMUNDO.es.
Según sus palabras, su equipo ha conseguido demostrar que existe una relación directa entre un hábito de vida -la actividad cognitiva regular- y la acumulación de estas placas dañinas en el cerebro. Y lo han conseguido gracias a los avances en técnicas de imagen.
Desde hace casi una década, el [11C] PiB, un radiofármaco que se emplea en la prueba de imagen PET (Tomografía por Emisión de Positrones), se está analizando extensamente en distintos estudios debido a su validez diagnóstica para la detección de la placas características de la enfermedad de Alhzeimer. De hecho, tal y como explican los investigadores en la revista médica, su desarrollo ya ha hecho posible'visualizar' la proteína beta-amiloide y su acumulación en el cerebro.
Partiendo de este logro, el equipo de Landau llevó a cabo un ensayo con 65 voluntarios cuya edad media rondaba los 76 años, 10 pacientes con Alzheimer (74 años de media) y 11 jóvenes sanos (24 años), que hicieron de grupo control.
A todos ellos se les realizó una serie de cuestionarios sobre actividad cognitiva (lectura, escritura o practicar juegos) y su actividad física (dar paseos, montar en bici...) a lo largo de su vida (a los 6, 12 18 y 40 años).
Además, todos realizaron pruebas neuropsicológicas que evaluaron su memoria; y finalmente cada uno de los participantes fue sometidos a un PET con el radiofármaco [11C] PiB para comprobar el estado de sus cerebros.
Los resultados de las pruebas pusieron de manifiesto que participar enactividades cognitivamente estimulantes se asociaba con una menor acumulación de proteína beta-amiloide.
Además, según explican los investigadores en la revista médica, esta relación no se vio afectada por variables como la edad, los años de educación, el sexo o la capacidad de memoria.
De hecho, según sus datos "las personas mayores con una mayor actividad cognitiva tenían niveles de la proteína similares a los jóvenes del estudio, mientras que las imágenes cerebrales de los de menor actividad mental eran comparables a las de los pacientes de Alzheimer".
"Esto sugiere que las personas que más trabajan su mente podrían reducir su riesgo de Alzheimer al prevenir la acumulación de proteína beta-amiloide en su cerebro", subraya Landau.
Aunque no han podido determinar los mecanismos que explican esta relación, esta científica sugiere que la clave podría estar en que los cerebros 'activos' actúan de una forma mucho más eficaz. "La gente que se mantiene activa a lo largo de su vida tendría procesos neuronales mucho más eficientes, lo que conduciría a una menor acumulación de placa amiloide", señala.
En su trabajo, los investigadores recuerdan, con todo, que "es poco probable que nuestros resultados reflejen una única causa de la Alzheimer, ya que es una enfermedad compleja con muchos posibles procesos patogénicos involucrados".
"Llevar a cabo actividades de estimulación cognitiva probablemente esté relacionado con la participación en una variedad de prácticas de estilo de vida que han sido relacionadas en otros estudios con una reducción del riesgo de padecer Alzheimer", insisten.
Por eso, para la científica Landau y su equipo es "importante llevar a cabo más investigaciones en este campo".
Si usted ha cultivado su mente a lo largo de la vida, y aún lo sigue haciendo, sepa que tendrá su recompensa. Los datos de un nuevoestudio realizado con pruebas de imagen cerebrales demuestran que la actividad cognitiva (leer, escribir...) puede retrasar la aparición o, incluso, prevenir la enfermedad de Alzheimer.
Susan Landau, de la Universidad de California (Berkeley, EEUU), es la autora de la nueva investigación que ha visto la luz en el último 'Archives of Neurology'.
"Nuestro trabajo muestra que participar en actividades que exijan unaactividad cognitiva se asocia con un menor riesgo de acumular en el cerebro proteína beta-amiloide", componente principal de las placas que conforman el Alzheimer, señala Landau a ELMUNDO.es.
Según sus palabras, su equipo ha conseguido demostrar que existe una relación directa entre un hábito de vida -la actividad cognitiva regular- y la acumulación de estas placas dañinas en el cerebro. Y lo han conseguido gracias a los avances en técnicas de imagen.
Desde hace casi una década, el [11C] PiB, un radiofármaco que se emplea en la prueba de imagen PET (Tomografía por Emisión de Positrones), se está analizando extensamente en distintos estudios debido a su validez diagnóstica para la detección de la placas características de la enfermedad de Alhzeimer. De hecho, tal y como explican los investigadores en la revista médica, su desarrollo ya ha hecho posible'visualizar' la proteína beta-amiloide y su acumulación en el cerebro.
Partiendo de este logro, el equipo de Landau llevó a cabo un ensayo con 65 voluntarios cuya edad media rondaba los 76 años, 10 pacientes con Alzheimer (74 años de media) y 11 jóvenes sanos (24 años), que hicieron de grupo control.
A todos ellos se les realizó una serie de cuestionarios sobre actividad cognitiva (lectura, escritura o practicar juegos) y su actividad física (dar paseos, montar en bici...) a lo largo de su vida (a los 6, 12 18 y 40 años).
Además, todos realizaron pruebas neuropsicológicas que evaluaron su memoria; y finalmente cada uno de los participantes fue sometidos a un PET con el radiofármaco [11C] PiB para comprobar el estado de sus cerebros.
Los resultados de las pruebas pusieron de manifiesto que participar enactividades cognitivamente estimulantes se asociaba con una menor acumulación de proteína beta-amiloide.
Además, según explican los investigadores en la revista médica, esta relación no se vio afectada por variables como la edad, los años de educación, el sexo o la capacidad de memoria.
De hecho, según sus datos "las personas mayores con una mayor actividad cognitiva tenían niveles de la proteína similares a los jóvenes del estudio, mientras que las imágenes cerebrales de los de menor actividad mental eran comparables a las de los pacientes de Alzheimer".
"Esto sugiere que las personas que más trabajan su mente podrían reducir su riesgo de Alzheimer al prevenir la acumulación de proteína beta-amiloide en su cerebro", subraya Landau.
Aunque no han podido determinar los mecanismos que explican esta relación, esta científica sugiere que la clave podría estar en que los cerebros 'activos' actúan de una forma mucho más eficaz. "La gente que se mantiene activa a lo largo de su vida tendría procesos neuronales mucho más eficientes, lo que conduciría a una menor acumulación de placa amiloide", señala.
En su trabajo, los investigadores recuerdan, con todo, que "es poco probable que nuestros resultados reflejen una única causa de la Alzheimer, ya que es una enfermedad compleja con muchos posibles procesos patogénicos involucrados".
"Llevar a cabo actividades de estimulación cognitiva probablemente esté relacionado con la participación en una variedad de prácticas de estilo de vida que han sido relacionadas en otros estudios con una reducción del riesgo de padecer Alzheimer", insisten.
Por eso, para la científica Landau y su equipo es "importante llevar a cabo más investigaciones en este campo".
China quiere regular los tratamientos con células madre
La máxima autoridad sanitaria de China ha anunciado que regulará de manera estricta los tratamientos con células madre, que atraen a las clínicas del país a miles de ciudadanos extranjeros cada año. El objetivo es garantizar la seguridad del paciente y el correcto desarrollo de esta tecnología, según ha informado el periódico 'China Daily'.
Un portavoz del Ministerio de Sanidad ha anunciado la puesta en marcha de un periodo de revisión de un año durante el cual se examinarán las prácticas de los especialistas que llevan a cabo estas terapias para acabar con las irregularidades que puedan darse. Finalizado este plazo, "toda la investigación y las prácticas clínicas con células madre que no hayan sido aprobadas por el Ministerio y la agencia que regula los médicamentos serán suspendidas", en palabras de Deng Haihua al diario chino.
La medida supone la paralización de la concesión de nuevas autorizaciones para llevar a cabo ensayos o terapias con células madre hasta el próximo 1 de julio. Las inspecciones en los centros que los realizan empezarán próximamente.
Hoy en día, China no cuenta con una normativa específica para las células madre, cuyas aplicaciones y las investigaciones que se realizan con ellas se regulan del mismo modo que el resto de las prácticas médicas. En 2007, el Gobierno chino introdujo un guía ética para el manejo de las células madre embrionarias humanas, que prohiben explícitamente la clonación y acotan su procedencia.
10.000 visitas al año
China es uno de los destinos estrella del llamado turismo de células madre, que se aprovecha en muchos casos de la desesperación de los pacientes, dispuestos a recurrir a cualquier tratamiento a pesar de que su eficacia y seguridad no se haya demostrado. Los análisis del sector indican que el país asiático alberga unos 100 centros que practican estas terapias a los que cada año acuden unos 10.000 pacientes extranjeros.
Esta situación, denunciada en numerosas ocasiones por la Sociedad Internacional de Investigación con Células Madre (ISSCR), crece al abrigo de políticas grises o inexistentes, aunque también se han detectado casos de fraude en países con leyes explícitas.
Deng explicó en una conferencia de prensa ofrecida a principios desemana que debido a las dudas en torno a la ética, la eficacia y la falta de leyes y regulación, las autoridades sanitarias chinas nunca aprobaron el uso clínico de las terapias en el país. Sin embargo, Yang Jian, directos de la Plataforma de Turismo Médicos de Shanghai ha reconocido a 'China Daily' que la demanda y la práctica de estos tratamientos existe desde hace mucho tiempo y aumentan rápidamente.
Las células madre se utilizan en el país asiático para tratar, fundamentalmente, las lesiones medulares, la diabetes, la parálisis cerebral, el daño cerebral y el ictus. Sin embargo, ninguna de estas aplicaciones se ha aprobado en EEUU o en Europa, donde estas células sólo se utilizan para el tratamiento de la leucemia y, de forma experimental, en otras patologías como el infarto.
Un portavoz del Ministerio de Sanidad ha anunciado la puesta en marcha de un periodo de revisión de un año durante el cual se examinarán las prácticas de los especialistas que llevan a cabo estas terapias para acabar con las irregularidades que puedan darse. Finalizado este plazo, "toda la investigación y las prácticas clínicas con células madre que no hayan sido aprobadas por el Ministerio y la agencia que regula los médicamentos serán suspendidas", en palabras de Deng Haihua al diario chino.

La medida supone la paralización de la concesión de nuevas autorizaciones para llevar a cabo ensayos o terapias con células madre hasta el próximo 1 de julio. Las inspecciones en los centros que los realizan empezarán próximamente.
Hoy en día, China no cuenta con una normativa específica para las células madre, cuyas aplicaciones y las investigaciones que se realizan con ellas se regulan del mismo modo que el resto de las prácticas médicas. En 2007, el Gobierno chino introdujo un guía ética para el manejo de las células madre embrionarias humanas, que prohiben explícitamente la clonación y acotan su procedencia.
10.000 visitas al año
China es uno de los destinos estrella del llamado turismo de células madre, que se aprovecha en muchos casos de la desesperación de los pacientes, dispuestos a recurrir a cualquier tratamiento a pesar de que su eficacia y seguridad no se haya demostrado. Los análisis del sector indican que el país asiático alberga unos 100 centros que practican estas terapias a los que cada año acuden unos 10.000 pacientes extranjeros.
Esta situación, denunciada en numerosas ocasiones por la Sociedad Internacional de Investigación con Células Madre (ISSCR), crece al abrigo de políticas grises o inexistentes, aunque también se han detectado casos de fraude en países con leyes explícitas.
Deng explicó en una conferencia de prensa ofrecida a principios desemana que debido a las dudas en torno a la ética, la eficacia y la falta de leyes y regulación, las autoridades sanitarias chinas nunca aprobaron el uso clínico de las terapias en el país. Sin embargo, Yang Jian, directos de la Plataforma de Turismo Médicos de Shanghai ha reconocido a 'China Daily' que la demanda y la práctica de estos tratamientos existe desde hace mucho tiempo y aumentan rápidamente.
Las células madre se utilizan en el país asiático para tratar, fundamentalmente, las lesiones medulares, la diabetes, la parálisis cerebral, el daño cerebral y el ictus. Sin embargo, ninguna de estas aplicaciones se ha aprobado en EEUU o en Europa, donde estas células sólo se utilizan para el tratamiento de la leucemia y, de forma experimental, en otras patologías como el infarto.
El Ártico sufre ya los efectos de un cambio climático peligroso
Dos décadas después de que Naciones Unidas estableciera la Convención Marco sobre Cambio Climático para "prevenir la peligrosa interferencia de la mano del hombre en el sistema climático de la Tierra", el Ártico muestra los primeros signos de un cambio climático peligroso. Así lo asegura un grupo de científicos, liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en un artículo publicado en el último número de la revista 'Nature Climate Change'.
Según informa el CSIC en un comunicado, el Ártico sufre ya algunos de los efectos que, de acuerdo con el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), se corresponden con un "cambio climático peligroso".
La velocidad del calentamiento supera ya a la de adaptación natural de los ecosistemas árticos. Además, las comunidades esquimales están viendo peligrar su seguridad, su salud y sus actividades culturales tradicionales.
Los expertos reclaman un esfuerzo para desarrollar indicadores que alerten con tiempo de estos cambios, mitigar sus causas y reconstruir la capacidad de adaptación y recuperación de ecosistemas y comunidades.
Cambios abruptos
"Nos enfrentamos a la primera evidencia clara de un cambio climático peligroso y, sin embargo, parte de los científicos y los medios de comunicación están sumidos en un debate semántico sobre si el hielo oceánico del Ártico ha alcanzado o no un umbral de inflexión", señala el investigador del CSIC Carlos Duarte, autor del artículo.
Todo ello está distrayendo la atención de la necesidad de desarrollar indicadores que alerten de la proximidad de futuros cambios abruptos y de la formulación de políticas para evitarlos verdadero objetivo de desarrollar indicadores que alerten de futuros cambios abruptos", recalca Duarte.
Los umbrales de inflexión o 'tipping points' se definen como puntos críticos dentro de un sistema cuyo estado futuro puede verse alterado cualitativamente por pequeñas perturbaciones. Por otro lado, se denominan elementos de inflexión o 'tipping elements' a aquellos componentes del sistema Tierra que pueden mostrar puntos de inflexión.
Según los científicos, el Ártico presenta la mayor concentración de elementos de inflexión potenciales del planeta, entre ellos el hielo oceánico, la placa de hielo de Groenlandia, las regiones de formación de aguas profundas del Atlántico Norte, los bosques boreales, las comunidades de plancton, el permafrost y los hidratos de metano marinos.
"El Ártico es, por todo ello, una región particularmente propensa a mostrar cambios abruptos y trasladarlos al sistema Tierra global. Es necesario buscar señales de alerta temprana que nos avisen de la proximidad de umbrales de inflexión para el desarrollo y el despliegue de estrategias adaptativas. Todo ello contribuiría a adoptar políticas más preventivas", asegura Duarte.
Efectos en el clima global
En otro trabajo publicado en el último número de la revista AMBIO, Duarte y otros investigadores del CSIC detallan los elementos de inflexión presentes en el Ártico y aportan evidencias de que muchos de ellos han entrado ya en una dinámica de cambio que puede llegar a ser abrupto en la mayoría de los casos. Según el estudio, es posible observar numerosos elementos de inflexión que impactarían en el sistema climático global de ser perturbados.
"En este trabajo aportamos evidencias de que muchos de estos elementos de inflexión están ya en marcha e identificamos cuáles son los umbrales de cambio climático que podrían acelerar el cambio climático global. La propia reacción humana al cambio climático en el Ártico, dominada por un aumento de actividades como el transporte, la navegación y la explotación de recursos podría contribuir a acelerar los cambios que ya están sucediendo", explica el científico del CSIC.
Los científicos creen que cerca del 40% de las emisiones de metano de origen antropogénico podrían ser mitigadas a un coste cero o con un beneficio económico neto. "A largo plazo, restringir las emisiones acumulativas de dióxido de carbono es esencial para ralentizar elementos de inflexión como la placa de hielo de Groenlandia", sentencian.
Dos décadas después de que Naciones Unidas estableciera la Convención Marco sobre Cambio Climático para "prevenir la peligrosa interferencia de la mano del hombre en el sistema climático de la Tierra", el Ártico muestra los primeros signos de un cambio climático peligroso. Así lo asegura un grupo de científicos, liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en un artículo publicado en el último número de la revista 'Nature Climate Change'.
Según informa el CSIC en un comunicado, el Ártico sufre ya algunos de los efectos que, de acuerdo con el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), se corresponden con un "cambio climático peligroso".
La velocidad del calentamiento supera ya a la de adaptación natural de los ecosistemas árticos. Además, las comunidades esquimales están viendo peligrar su seguridad, su salud y sus actividades culturales tradicionales.
Los expertos reclaman un esfuerzo para desarrollar indicadores que alerten con tiempo de estos cambios, mitigar sus causas y reconstruir la capacidad de adaptación y recuperación de ecosistemas y comunidades.
Cambios abruptos
"Nos enfrentamos a la primera evidencia clara de un cambio climático peligroso y, sin embargo, parte de los científicos y los medios de comunicación están sumidos en un debate semántico sobre si el hielo oceánico del Ártico ha alcanzado o no un umbral de inflexión", señala el investigador del CSIC Carlos Duarte, autor del artículo.
Todo ello está distrayendo la atención de la necesidad de desarrollar indicadores que alerten de la proximidad de futuros cambios abruptos y de la formulación de políticas para evitarlos verdadero objetivo de desarrollar indicadores que alerten de futuros cambios abruptos", recalca Duarte.
Los umbrales de inflexión o 'tipping points' se definen como puntos críticos dentro de un sistema cuyo estado futuro puede verse alterado cualitativamente por pequeñas perturbaciones. Por otro lado, se denominan elementos de inflexión o 'tipping elements' a aquellos componentes del sistema Tierra que pueden mostrar puntos de inflexión.
Según los científicos, el Ártico presenta la mayor concentración de elementos de inflexión potenciales del planeta, entre ellos el hielo oceánico, la placa de hielo de Groenlandia, las regiones de formación de aguas profundas del Atlántico Norte, los bosques boreales, las comunidades de plancton, el permafrost y los hidratos de metano marinos.
"El Ártico es, por todo ello, una región particularmente propensa a mostrar cambios abruptos y trasladarlos al sistema Tierra global. Es necesario buscar señales de alerta temprana que nos avisen de la proximidad de umbrales de inflexión para el desarrollo y el despliegue de estrategias adaptativas. Todo ello contribuiría a adoptar políticas más preventivas", asegura Duarte.
Efectos en el clima global
En otro trabajo publicado en el último número de la revista AMBIO, Duarte y otros investigadores del CSIC detallan los elementos de inflexión presentes en el Ártico y aportan evidencias de que muchos de ellos han entrado ya en una dinámica de cambio que puede llegar a ser abrupto en la mayoría de los casos. Según el estudio, es posible observar numerosos elementos de inflexión que impactarían en el sistema climático global de ser perturbados.
"En este trabajo aportamos evidencias de que muchos de estos elementos de inflexión están ya en marcha e identificamos cuáles son los umbrales de cambio climático que podrían acelerar el cambio climático global. La propia reacción humana al cambio climático en el Ártico, dominada por un aumento de actividades como el transporte, la navegación y la explotación de recursos podría contribuir a acelerar los cambios que ya están sucediendo", explica el científico del CSIC.
Los científicos creen que cerca del 40% de las emisiones de metano de origen antropogénico podrían ser mitigadas a un coste cero o con un beneficio económico neto. "A largo plazo, restringir las emisiones acumulativas de dióxido de carbono es esencial para ralentizar elementos de inflexión como la placa de hielo de Groenlandia", sentencian.
Descubren en España la especie más longeva del planeta
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha hallado en Formentera un clon de Posidonia oceanica, una especie marina amenazada y endémica del Mediterráneo, con 100.000 años de edad. Los resultados, publicados en el último número de la revista PLoS ONE, convierten a esta especie en la más longeva de la biosfera.

La clave se encuentra en el crecimiento clonal, un proceso que Posidonia comparte con el resto de las angiospermas (plantas superiores con flor) marinas. Está basado en lacontinua división de sus meristemos (regiones donde se producen nuevas células) y rizomas, tallos que crecen a un ritmo extremadamente lento, aproximadamente un centímetro al año, y conectan las nuevas plantas que se van creando.
Los científicos han descubierto ahora que los rizomas ocupan lentamente el espacio hasta extenderse varios kilómetros produciendo millones de plantas a partir de un mismo clon. El investigador del CSIC Carlos Duarte explica: "Estos rizomas son leñosos,muy resistentes a la degradación y mantienen las conexiones con el mismo clon durante miles de años. El proceso es lento porque los tallos tienen un centímetro de diámetro y las hojas pueden alcanzar hasta un metro de longitud. Además, el genoma de Posidonia es muy conservativo y resistente a las mutaciones".
Una labor subestimada
Los investigadores han tomado muestras en una cincuentena de praderas de Posidonia del mar Mediterráneo, desde Chipre hasta Almería. Tras secuenciar las plantas observaron que muchos clones o genotipos estaban en praderas separadas por hasta 10 kilómetros de distancia.

Los resultados sugieren que la especie se caracteriza por "una gran plasticidad fenotípica", es decir, que los genotipos pueden adaptarse a la variación local de los recursos ajustando su modo de crecimiento. "En regiones pobres en nutrientes, como el mar Mediterráneo, el crecimiento será más lento, las raíces alcanzarán una mayor longitud y las hojas serán más largas y delgadas para aumentar la eficiencia", agrega el investigador del CSIC.
Los autores del estudio han empleado un modelo para simular el crecimiento clonal y comprobar si era posible que, a pesar de las mutaciones, hallaran el mismo clon. "El modelo verificó que nuestros muestreos eran compatibles con el crecimiento clonal de Posidonia, pues reproducía el mismo patrón de dominancia clonal", indica Duarte.
El trabajo aporta evidencias de que la edad de los organismos clonales, responsables de más de la mitad de la producción primaria de la biosfera, "se ha subestimado de forma sistemática en la literatura" e insta a seguir investigando en la prolongación de la vida asociada a la clonalidad y en sus posibles implicaciones ecológicas y evolutivas.

La clave se encuentra en el crecimiento clonal, un proceso que Posidonia comparte con el resto de las angiospermas (plantas superiores con flor) marinas. Está basado en lacontinua división de sus meristemos (regiones donde se producen nuevas células) y rizomas, tallos que crecen a un ritmo extremadamente lento, aproximadamente un centímetro al año, y conectan las nuevas plantas que se van creando.
Los científicos han descubierto ahora que los rizomas ocupan lentamente el espacio hasta extenderse varios kilómetros produciendo millones de plantas a partir de un mismo clon. El investigador del CSIC Carlos Duarte explica: "Estos rizomas son leñosos,muy resistentes a la degradación y mantienen las conexiones con el mismo clon durante miles de años. El proceso es lento porque los tallos tienen un centímetro de diámetro y las hojas pueden alcanzar hasta un metro de longitud. Además, el genoma de Posidonia es muy conservativo y resistente a las mutaciones".
Una labor subestimada
Los investigadores han tomado muestras en una cincuentena de praderas de Posidonia del mar Mediterráneo, desde Chipre hasta Almería. Tras secuenciar las plantas observaron que muchos clones o genotipos estaban en praderas separadas por hasta 10 kilómetros de distancia.

Los resultados sugieren que la especie se caracteriza por "una gran plasticidad fenotípica", es decir, que los genotipos pueden adaptarse a la variación local de los recursos ajustando su modo de crecimiento. "En regiones pobres en nutrientes, como el mar Mediterráneo, el crecimiento será más lento, las raíces alcanzarán una mayor longitud y las hojas serán más largas y delgadas para aumentar la eficiencia", agrega el investigador del CSIC.
Los autores del estudio han empleado un modelo para simular el crecimiento clonal y comprobar si era posible que, a pesar de las mutaciones, hallaran el mismo clon. "El modelo verificó que nuestros muestreos eran compatibles con el crecimiento clonal de Posidonia, pues reproducía el mismo patrón de dominancia clonal", indica Duarte.
El trabajo aporta evidencias de que la edad de los organismos clonales, responsables de más de la mitad de la producción primaria de la biosfera, "se ha subestimado de forma sistemática en la literatura" e insta a seguir investigando en la prolongación de la vida asociada a la clonalidad y en sus posibles implicaciones ecológicas y evolutivas.
Un paso hacia la 'máquina' para leer el pensamiento
El genial físico Stephen Hawking acciona con sus mejillas un sofisticado sintetizador electrónico para comunicarse. Pero emplea minutos para emitir cada palabra y las coversaciones con él tienen que ser en diferido, porque el investigador necesita conocer las preguntas de antemano para contestar en un tiempo razonable. Hawking padece desde los 21 años esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y aún puede mover algunos músculos de la mano y otros tantos de la cara que le permiten comunicarse. Sin embargo, hay
muchas personas con parálisis totales o síndromes como el de cautiverio cuya última esperanza reside en el avance de la neurociencia.
La solución para los problemas de comunicación inherentes a las parálisis totales o a ciertos síndromes como el de cautiverio que impiden la comunicación de forma casi completa están cada día más cerca. Un equipo de neurocientíficos de la Universidad de California en Berkeley (EEUU) acaba de presentar el primer paso para conseguir escuchar discursos tan sólo imaginados por pacientes que no pueden hablar.
Los investigadores han conseguido descifrar la actividad eléctrica que se produce en el cerebro cuando una persona escucha una conversación. De esta forma, son capaces de saber qué palabra ha escuchado un ser humano gracias sólo a las señales que emite su cerebro. Es cierto que, por el momento, la investigación explica únicamente como descodificar palabras que la persona ha escuchado. El reto, y el gran interés de la investigación, se esconde tras el siguiente paso: lograr la interpretación de palabras o conversaciones tan sólo pensadas por pacientes que no pueden expresarse con la voz.
Para los autores, Ludwig van Beethoven es la mejor metáfora de su trabajo. El genio era capaz de oír en su cabeza sus composiciones, a pesar de ser sordo. La técnica aspira a funcionar como el cerebro de Beethoven.
La posibilidad de leer el pensamiento
"Para reconstruir conversaciones imaginadas se pueden aplicar los mismos principios que hemos usado en esta investigación para traducir las verbalizaciones internas de alguien", explica el autor principal del trabajo Brian Pasley, investigador del Instituto de Neurociencias Helen Wills, de la Universidad de California en Berkeley. "Hay evidencias de que oír un sonido e imaginar ese mismo sonido activa áreas similares del cerebro".
Para realizar la investigación, los científicos necesitaban colocar electrodos en la superficie del cerebro de cierto número de personas, algo demasiado invasivo como para hacerlo sólo por el bien de la investigación. De forma que Pasley, escogió a pacientes en su mayoría con epilepsia producida por un tumor cerebral, que iban a ser sometidos a neurocirugía para conocer el alcance de la lesión.
De entre todos, 15 se prestaron voluntarios para participar en la investigación. Los cirujanos cortaron una zona del cráneo e hicieron lo que correspondía en cada caso. Después, colocaron los electrodos sobre las circunvoluciones temporales superior y media (áreas responsables de la audición) de la corteza cerebral. Pasley se ocupó tras las intervenciones de tener conversaciones de entre 5 y 10 minutos con cada paciente en las que grabó la actividad cerebral de los enfermos. A través de las señales que las palabras oídas generan en la corteza cerebral, los investigadores lograron desarrollar dos modelos para descifrar las señales del cerebro.
Para comprobar la precisión del sistema de descifrado, el espectrograma obtenido por los modelos se compara con el que producen las ondas acústicas originales.
En la literatura científica ya existen ejemplos de éxitos rotundos para conseguir que un paciente pueda mover un ratón o una prótesis mecánica con la actividad cerebral. Sin embargo, los autores de esta nueva investigación aseguran que esto es "relativamente sencillo comparado con la reconstrucción del lenguaje". En el trabajo se utilizaron un grupo de palabras finitas -en concreto 47- en las que centraban sus objetivos. Este hecho limita los resultados, pero algunos colegas de Pasley y el equipo de Berkeley reconocen aún así que la investigación tiene un gran potencial médico, en algunos casos a corto plazo.
"Son los primeros pasos hacia un sistema que permitirá comunicarse a pacientes como Stephen Hawking, por ejemplo", asegura Miguel Maravall, investigador principal del Grupo de Dinámica y Plasticidad de las Respuestas Sensoriales Corticales del Instituto de Neurociencias de Alicante. "Pero en personas con un síndrome de 'lock in' total (síndrome de cautiverio) esto abre la puerta a que se pueda generar un vocabulario de 100 palabras útiles y que un generador artificial de palabras pudiera articularlas por ellos".
El genial físico Stephen Hawking acciona con sus mejillas un sofisticado sintetizador electrónico para comunicarse. Pero emplea minutos para emitir cada palabra y las coversaciones con él tienen que ser en diferido, porque el investigador necesita conocer las preguntas de antemano para contestar en un tiempo razonable. Hawking padece desde los 21 años esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y aún puede mover algunos músculos de la mano y otros tantos de la cara que le permiten comunicarse. Sin embargo, hay

La solución para los problemas de comunicación inherentes a las parálisis totales o a ciertos síndromes como el de cautiverio que impiden la comunicación de forma casi completa están cada día más cerca. Un equipo de neurocientíficos de la Universidad de California en Berkeley (EEUU) acaba de presentar el primer paso para conseguir escuchar discursos tan sólo imaginados por pacientes que no pueden hablar.
Los investigadores han conseguido descifrar la actividad eléctrica que se produce en el cerebro cuando una persona escucha una conversación. De esta forma, son capaces de saber qué palabra ha escuchado un ser humano gracias sólo a las señales que emite su cerebro. Es cierto que, por el momento, la investigación explica únicamente como descodificar palabras que la persona ha escuchado. El reto, y el gran interés de la investigación, se esconde tras el siguiente paso: lograr la interpretación de palabras o conversaciones tan sólo pensadas por pacientes que no pueden expresarse con la voz.
Para los autores, Ludwig van Beethoven es la mejor metáfora de su trabajo. El genio era capaz de oír en su cabeza sus composiciones, a pesar de ser sordo. La técnica aspira a funcionar como el cerebro de Beethoven.
La posibilidad de leer el pensamiento
"Para reconstruir conversaciones imaginadas se pueden aplicar los mismos principios que hemos usado en esta investigación para traducir las verbalizaciones internas de alguien", explica el autor principal del trabajo Brian Pasley, investigador del Instituto de Neurociencias Helen Wills, de la Universidad de California en Berkeley. "Hay evidencias de que oír un sonido e imaginar ese mismo sonido activa áreas similares del cerebro".
Para realizar la investigación, los científicos necesitaban colocar electrodos en la superficie del cerebro de cierto número de personas, algo demasiado invasivo como para hacerlo sólo por el bien de la investigación. De forma que Pasley, escogió a pacientes en su mayoría con epilepsia producida por un tumor cerebral, que iban a ser sometidos a neurocirugía para conocer el alcance de la lesión.
De entre todos, 15 se prestaron voluntarios para participar en la investigación. Los cirujanos cortaron una zona del cráneo e hicieron lo que correspondía en cada caso. Después, colocaron los electrodos sobre las circunvoluciones temporales superior y media (áreas responsables de la audición) de la corteza cerebral. Pasley se ocupó tras las intervenciones de tener conversaciones de entre 5 y 10 minutos con cada paciente en las que grabó la actividad cerebral de los enfermos. A través de las señales que las palabras oídas generan en la corteza cerebral, los investigadores lograron desarrollar dos modelos para descifrar las señales del cerebro.
Para comprobar la precisión del sistema de descifrado, el espectrograma obtenido por los modelos se compara con el que producen las ondas acústicas originales.
En la literatura científica ya existen ejemplos de éxitos rotundos para conseguir que un paciente pueda mover un ratón o una prótesis mecánica con la actividad cerebral. Sin embargo, los autores de esta nueva investigación aseguran que esto es "relativamente sencillo comparado con la reconstrucción del lenguaje". En el trabajo se utilizaron un grupo de palabras finitas -en concreto 47- en las que centraban sus objetivos. Este hecho limita los resultados, pero algunos colegas de Pasley y el equipo de Berkeley reconocen aún así que la investigación tiene un gran potencial médico, en algunos casos a corto plazo.
"Son los primeros pasos hacia un sistema que permitirá comunicarse a pacientes como Stephen Hawking, por ejemplo", asegura Miguel Maravall, investigador principal del Grupo de Dinámica y Plasticidad de las Respuestas Sensoriales Corticales del Instituto de Neurociencias de Alicante. "Pero en personas con un síndrome de 'lock in' total (síndrome de cautiverio) esto abre la puerta a que se pueda generar un vocabulario de 100 palabras útiles y que un generador artificial de palabras pudiera articularlas por ellos".
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