LA DISMINUCIÓN DE PRODUCCIÓN EN EL ESTADO HACE INCOSTEABLE PARA LOS AGRICULTORES SEGUIR SEMBRANDO.
Los niveles de producción en el estado han disminuido hasta un 60% debido a la sequía y el avance de la erosión eólica, lo que pone en riesgo la existencia de zonas agrícolas.
Los problemas de desertificación y los efectos del calentamiento global han provocado afectaciones en por lo menos 200 mil hectáreas agrícolas, cuyos niveles de producción se desplomaron en Tamaulipas, reportaron autoridades estatales.
El subsecretario de Agricultura de la Secretaría de Desarrollo Rural, Guillermo González Osuna, indicó que la sequía y el avance de la erosión eólica han provocado una reducción de hasta 60 por ciento en la producción de zonas agrícolas.
Resaltó que ante esta disminución, resulta incosteable para algunos productores seguir sembrándolas, poniendo en riesgo la existencia de zonas agrícolas.
Destacó que debido a los daños generados por la desertificación, en el estado hay una superficie en la que se requiere llevar a cabo un programa especial de cambio de uso de suelo, para lograr su recuperación.
“Son terrenos que se volvieron improductivos y que están siendo dañados por los efectos de la erosión eólica, sobre todo en municipios como San Fernando, Méndez, Cruillas y Burgos”, indicó.
El funcionario recordó que en años anteriores, la Secretaría de Desarrollo Rural realizó el cambio de uso de suelo de 100 mil hectáreas que se encontraban en situación similar, con el objetivo de recuperarlas.
“Esa superficie se sembraba de sorgo, principalmente, pero la producción era tan baja que resultaba incosteable seguir sembrando, por lo que se aplicó un programa de apoyos para el cambio de uso de suelo, sembrándose pastizales para la producción de ganado”, manifestó.
Ahora, dijo, se busca ejecutar un programa similar para cambiar el uso agrícola de esa superficie y recuperar las áreas que están siendo afectadas.
El funcionario destacó que por lo pronto, la Secretaría de Desarrollo Rural busca impulsar en esos sitios proyectos de plantaciones forestales comerciales u otras acciones que ayuden a recuperar los efectos originados por la desertificación y el cambio climático en la zona.
González Osuna aclaró que a pesar de la afectación de unas 200 mil hectáreas agrícolas, la producción general del estado no ha mermado, “incluso ha ido creciendo debido a que en la agricultura se están utilizando sistemas más eficientes”.
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