Una mala relación con la madre afecta a la obesidad del niño
Los cuidados y la atención que dispensa una madre al bebé durante sus primeros meses de vida pueden ejercer un importante influjo sobre su desarrollo. A este hecho, ya conocido por los expertos, acaba de añadirse una nueva circunstancia: los recién nacidos que han tenido una relación menos cercana con su madre tienen más probabilidades de ser obesos en su adolescencia.
Así lo acaba de mostrar un nuevo estudio estadístico que ha seguido a más de 900 niños desde sus tres primeros meses de vida -cuando el trato con sus madres fue objeto de repetidos exámenes- hasta los 15 años de edad. Llegados a la adolescencia, los niños que reflejaron una peor relación con sus madres presentaban tasas de obesidad significativamente mayores, aun descontando otros factores como los niveles de educación o ingresos.
Los autores del estudio, encabezados por Sarah Anderson, de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU), midieron la calidad de las relaciones entre madre y bebé mediante dos parámetros: la sensibilidad materna y el apego de seguridad. El primero se estableció a partir de la interacción en situaciones de juego que fueron registradas en vídeo. El segundo evaluaba las reacciones de los niños en presencia o en ausencia de sus progenitoras, en condiciones controladas en laboratorio.
Se valoraban positivamente tanto la capacidad de la madre para reconocer el estado de ánimo y las necesidades del hijo como la tendencia de este a explorar sin miedo el entorno, a sabiendas de que estaría bien cuidado y vigilado por su madre. Ambos parámetros se midieron repetidamente a medida que los niños crecían: a los 15, 24 y 36 meses de edad.
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