lunes, 2 de enero de 2012

Una mala relación con la madre afecta a la obesidad del niño
Los cuidados y la atención que dispensa una madre al bebé durante sus primeros meses de vida pueden ejercer un importante influjo sobre su desarrollo. A este hecho, ya conocido por los expertos, acaba de añadirse una nueva circunstancia: los recién nacidos que han tenido una relación menos cercana con su madre tienen más probabilidades de ser obesos en su adolescencia.
Madre masajeando a su bebé. | Dmitry Naumob
Así lo acaba de mostrar un nuevo estudio estadístico que ha seguido a más de 900 niños desde sus tres primeros meses de vida -cuando el trato con sus madres fue objeto de repetidos exámenes- hasta los 15 años de edad. Llegados a la adolescencia, los niños que reflejaron una peor relación con sus madres presentaban tasas de obesidad significativamente mayores, aun descontando otros factores como los niveles de educación o ingresos.

Los autores del estudio, encabezados por Sarah Anderson, de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU), midieron la calidad de las relaciones entre madre y bebé mediante dos parámetros: la sensibilidad materna y el apego de seguridad. El primero se estableció a partir de la interacción en situaciones de juego que fueron registradas en vídeo. El segundo evaluaba las reacciones de los niños en presencia o en ausencia de sus progenitoras, en condiciones controladas en laboratorio.

Se valoraban positivamente tanto la capacidad de la madre para reconocer el estado de ánimo y las necesidades del hijo como la tendencia de este a explorar sin miedo el entorno, a sabiendas de que estaría bien cuidado y vigilado por su madre. Ambos parámetros se midieron repetidamente a medida que los niños crecían: a los 15, 24 y 36 meses de edad.

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